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domingo, 8 de julio de 2012

Luchemos contra el expolio patrimonial


El capitán de la Unidad Operativa de Patrimonio asegura que hay métodos "poco costosos y sencillos" para evitar robos y recomienda medidas preventivas.

Catalogar los bienes patrimoniales, instalar sencillas medidas de seguridad y concienciar a la sociedad sobre el valor de las piezas, son algunas pautas para evitar el robo en las iglesias y los yacimientos del medio rural de la Comunidad. La despoblación juega en contra de la protección de estos espacios, donde los expolios están permitiendo a algunos hacer su particular agosto.

El capitán de la Unidad Central Operativa de Patrimonio de Madrid, Javier Morales, que participó esta semana en una jornada formativa sobre la seguridad del patrimonio cultural en El Burgo de Osma (Soria), señaló que, si bien es complicado, preservar la ingente cantidad de bienes de la autonomía (1.800 bienes de interés cultural, más de 23.000 yacimientos arqueológicos inventariados o más de 200.000 bienes muebles del inventario eclesiástico) hay métodos “poco costosos y sencillos” que pueden ayudar a mantener el legado cultural en iglesias y ermitas.

El experto en preservación del Patrimonio recomendó a las autoridades locales y vecinos del medio rural a adoptar una actitud preventiva con el objetivo de custodiarlos de la mejor manera. Para ello, se debe inventariar o catalogar los bienes que existen en la localidad y colocar algún elemento de fijación en los bienes, es decir, poner impedimentos a los amigos de lo ajeno para que les sea complicado llevarse el patrimonio. “Colocando tres tornillos a un cuadro estamos poniendo impedimentos para que se lo lleven, ya que necesitan de herramientas para hacerlo”, describió.

Instalar buenas cerraduras en las puertas de las iglesias, ajustar un alambre a la base de una talla y apilarla en la pared son, según Morales, “medidas físicas preventivas muy baratas” que no perjudican al bien y que representan un impedimento para los ladrones.

Asimismo, instó a los vecinos de los núcleos rurales a vigilar en la medida de las posibilidades los bienes, ya que se dan casos que los ladrones van desvalijando las iglesias durante distintos días, debido a que nadie se ha responsabilizado de su custodia. “Es recomendable que alguien vigile las iglesias. Simplemente que se de una vuelta para supervisar que todo esta correcto”, indicó.

A los responsables municipales, Morales, les aconsejó, además de hacer una buena catalogación, realizar jornadas de concienciación entre la población con el fin de que los vecinos adopten una actitud responsable sobre los bienes a custodiar. Una vez que el delito se ha producido, el benemérito indicó que es básico que los vecinos aporten “datos concretos” sobre cualquier sospechoso que hayan podido ver merodeando por el pueblo. “Si nos proporcionan las matrículas y una descripción física pormenorizada de los sujetos es mucho más fácil resolver los hechos”, insistió.


Yacimientos. En lo que respecta a los yacimientos, el capitán advirtió que, en numerosas ocasiones, los expoliadores los conocen, incluso mejor, que las administraciones, y es por ello, que abogó por catalogar los conocidos y divulgar otros para que sean inventariados.

Asimismo, precisó que “hay que tener especial atención a las prospecciones o catas realizadas de forma aleatoria”. En este sentido, advirtió que un agujero hecho en una zona arqueológica advierte de un expolio en breve, y añadió que es necesario comunicar a las fuerzas del orden público si se detecta a un individuo con una azada y un detector de metales en manos. “Es un acto ilícito y debemos concienciar a la sociedad de que no está permitido utilizar detectores de metales para localizar bienes arqueológicos”, subrayó.

También, instó a las administraciones a que es necesario colocar carteles para advertir de que no esta permitido utilizar este tipo de instrumentos y a los vecinos del medio rural a denunciar este tipo de hechos delictivos, ya que en muchas ocasiones piensan que es legal.

Asimismo, también aconsejó poner elementos que impidan el acceso de vehículos (barreras, pivotes o cerrar caminos) para impedir el acceso a esos yacimientos. “Hay que dar importancia a estos actos ilícitos. La sociedad debe tener una actitud preventiva y saber que tienen una responsabilidad sobre la custodia de estos bienes”, insistió.


Planes de protección. Para preservar el rico patrimonio disperso en Castilla y León, la Junta elabora plan específico de protección del patrimonio que se enmarcará en el nuevo Plan de Intervención en el Patrimonio de Castilla y León. Verá la luz en 2013 y dará continuidad al primer plan PAHIS de intervención en el patrimonio cultural. Además, en su diseño se contará también con el asesoramiento y colaboración de la Delegación del Gobierno.

El plan de seguridad contemplará la utilización de nuevas tecnologías en el control de la apertura y presencia de monumentos ubicados en el ámbito rural, a través de monitorización y vigilancia a distancia. Recientemente la consejería llegó a un acuerdo con las diócesis de Castilla y León para hacer que todos los proyectos de intervención y restauración que se lleven a cabo incluyan medidas destinadas a incrementar la seguridad activa y pasiva del propio inmueble y los bienes muebles en ellos contenidos.


Fuente: Leo noticias

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