La escultura Sundial (Reloj de sol) de Henry Moore, valorada en
medio millón de libras esterlinas, ha sido robada de la fundación homónima, en
Gran Bretaña.
Henry Moore quizás sea el escultor inglés más conocido y uno de
los artistas más importantes del siglo XX. En 1977 creó la fundación Henry
Moore, ubicada en su mansión de Perry Green, en el condado Hertfordshire.
Varios días atrás de su mansión fue robada la escultura de bronce
Sundial, que tenía la forma de dos medialunas de bronce
engarzadas.
No es la primera vez que los delincuentes se interesan en obras de
Moore: siete años atrás la escultura de tres toneladas Recicling Figure fue robada del mismo lugar.
Los malhechores simplemente entraron con un camión en la zona protegida con
sistemas de vigilancia de video. Las grabaciones muestran como tres hombres, con
ayuda de una pequeña grua cargaron en el vehículo la escultura, considerada
patrimonio nacional de Gran Bretaña, y valorada en tres millones de libras
esterlinas, y abandonaron el territorio de la Fundación Cultural sin
contratiempos.
En aquella ocasión, los órganos de investigación sospecharon que
el crimen fue organizado por un sindicato internacional delictivo, cuyos
miembros conocen perfectamente el verdadero valor de las esculturas del
reconocido artista. En realidad todo resultó más simple: la obra de arte fue
robada para ser vendida como chatarra y reportó a sus raptores mil quinientas
libras. Las obras de Henry Moore no son fe fácil comprensión, y fuera del
contexto de una exposición, el neófito no siempre es capaz de valorar sus
cualidades artísticas. Así, los trabajadores del rastro fundieron Recicling Figure sin el menor atisbo de
dudas.
El escándalo fue tremendo, los trabajadores de la Fundación
anunciaron la intensificación múltiple de las medidas de seguridad, pero como
demuestra el reciente robo, las medidas tomadas no resultaron lo suficientemente
efectivas.
En esta ocasión, los investigadores no tienen la menor duda de que
este crimen no fue realizado por los oscuros traficantes del mercado del arte,
sino por otros recogedores de chatarra. Los precios del cobre, contenido en el
bronce, se ha multiplicado en los últimos años, y el público que se dedica al
hurto no suele interesarse en las variaciones de precios de las obras de
arte.
En Rusia, en cambio, los robos de escultura tienen como motivo el
amor al arte. En varias ocasiones del portal junto al Monasterio Novodevichi de
Moscú desaparecieron los patitos de bronce que representan a los personajes del
libro Make Way for Ducklings, del
escritor norteamericano Robert McCloskey, que le regaló a Raísa Gorbachova la
entonces primera dama de EEUU, Barbara Bush. En varias ocasiones fue robada
también la escultura Chizhik-Pizhik, del
escultor Rezo Gabriadze y el arquitecto Slava Bujáev, ubicada en el río Fontanka
de San Petersburgo. Este pajarillo de bronce despertó el interés tanto de los
recogedores de materia prima, como de simples vándalos que aspiraban a tener esa
escultura en casa.
Y las acciones de los organos policiales rusos también resultaron
más exitosas: tras cada robo, las escuturas fueron localizadas y devueltas a su
lugar.
Fuente: La voz de Rusia
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