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domingo, 29 de enero de 2012

«Se empeñan en que protejamos los templos pero lo que hace falta es más vigilancia»


Asegura el delegado diocesano que las iglesias ourensanas acumulan una ingente cantidad de patrimonio que se expone al expolio. Cree que retirar los objetos de valor de los templos y llevarlos a un museo sería una solución. Tampoco descarta la venta.
Cada vez que se roba un objeto religioso de una iglesia desaparece una pequeña parte del patrimonio ourensano. Así lo asegura Miguel Ángel González, delegado diocesano de patrimonio, quien reconoce que lo que se roba en los templos ourensanos no suele tener gran valor económico, pero si histórico y artístico.

 
-En las últimas semanas se han registrado varios asaltos a iglesias de la provincia, ¿saben cómo van las investigaciones?
-No sabemos nada. Nosotros no tenemos información de si se está persiguiendo a alguien o sobre cómo van las investigaciones, nadie nos dice nada. De todas formas, la experiencia nos señala que es muy raro que aparezcan las obras de arte que se roban.
 
-¿Creen que hace falta más vigilancia en los templos?

-Sí. Desde la Fiscalía se empeñan en pedirnos que tomemos medidas de seguridad para proteger el patrimonio pero lo que tienen que hacer las autoridades es dotar a las fuerzas de seguridad de equipos especializados en este tipo de asaltos y de poner más gente para que vigile. Estamos seguros de que los que roban son una banda de sinvergüenzas a los que se podría detener con más control.
 
-¿Qué es lo que buscan quienes expolian el patrimonio eclesiástico?

-Siempre ha habido robos en iglesias, pero en los últimos años está cambiando un poco la motivación. De un tiempo a esta parte ya no se roban tantas obras de arte, como ocurría antes, sino plata y objetos de orfebrería, que luego se pueden vender. Yo no veo que haya motivación sacrílega. El aumento de los robos en iglesias va a la par del incremento de asaltos en el rural. Ahora venden los objetos de plata de los templos porque el metal ha subido de precio. Antes se robaban los sistemas de megafonía, pero parece que ahora ya no interesan porque se han quedado obsoletos.
 
-¿Ustedes no pueden hacer nada más para proteger las iglesias?

-Insistimos a los párrocos que retiren los objetos de valor pero a veces los vecinos se niegan, no les parece bien. En algunas iglesias se han colocado alarmas pero, ¿cómo se va a poner una en una capilla apartada en la que ni siquiera hay luz? La vulnerabilidad es total.
-¿Y qué se puede hacer?
-Creemos que hay que intentar salvar todo lo que se pueda y en las iglesias de la provincia se guarda mucho patrimonio. Yo creo que la asignatura pendiente es un museo diocesano al que se puedan trasladar los objetos de más valor, para evitar que sean expoliados. También creemos que, antes de que se pierda, lo sensato sería poder vender el patrimonio pero la actual legislación no prohíbe, lo que, por cierto, supone un agravio comparativo hacia la iglesia. Creemos que no hay interés por parte de la administración.

Fuente: La Voz de Ourense

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