El hurto de la obra sin título se registró el pasado viernes, cuando el Museo todavía estaba abierto al público.
El cuadro, pintado entre 1930 y 1939, era exhibido en la Sala de Dibujo y Grabado de la Casa Museo Negret & Museo Iberoamericano de Arte Moderno de Popayán (MIAMP), y fue donado en 1994 por el artista popayanejo Édgar Negret, actualmente de 91 años de edad.
La pieza muestra al dios griego del vino, Dionisos, hijo de Zeus, conocido también como Baco, quien está con una mujer en sus brazos.
El picasso robado era la única obra del artista español en la colección del museo, que cuenta con cerca de 250 piezas, dijo Óscar Hernández, su director.
La obra fue vista por última vez a las 5:45 p.m., del viernes 21 de octubre, cuando en el interior del recinto solamente se encontraban dos turistas, uno de apariencia extranjera. Media hora después, el director y los vigilantes echaron de menos la obra.
“Cuando se fueron a apagar las luces, faltando un cuarto para las seis de la tarde me dí cuenta de que faltaba el picasso. Estaba únicamente el marco, pero la obra no estaba”, en la pared de la sala donde se exhibía, dijo Hernández, responsable de la institución.
Al hablar de cómo llegó la obra a Popayán, el director dijo que no hay registros de una relación directa entre Édgar Negret y Pablo Picasso, y que probablemente el colombiano, quien admira la obra del cubista, adquirió el cuadro cuando vivió en España a finales de la década de 1950.
Según añadió Hernández, el cuadro es tal vez de los pocos picassos que se podía encontrar no sólo en Colombia, sino América Latina, y por eso el interés que despertaba a los extranjeros que venían a Popayán a visitarlo.
En concepto del gobernador del Cauca, Guillermo Alberto González Mosquera, “el Picasso hurtado estaba considerado como uno de los trabajos más emblemáticos dentro de la concepción humana y filosófica de Pablo Picasso”.
Aún no hay pistas sobre los autores del robo de la obra y las autoridades seccionales ofrecen recompensa de $10 millones por informes que lleven a la recuperación del aguafuerte, avaluado en unos US$65.000, dijo el alcalde de la ciudad Ramiro Antonio Navia Díaz.
Una cacería por hoteles, hospedajes, aeropuertos y terminales de transporte ha sido desplegada para capturar a los responsables del ilícito, quienes podrían integrar una organización internacional dedicada a robar museos y templos.
“Con el apoyo de la Fiscalía y la Policía estamos realizando una investigación sobre esa situación y la ubicación de la obra de Picasso”, dijo el martes el coronel Édgar Joya, comandante de la Policía en Popayán.
Este es uno de los pocos robos de esta clase de obras, que se sepa, ha ocurrido en los recientes veinte años en Cauca, especialmente en Popayán, donde son conservados valiosos tesoros coloniales, en especial religiosos, muchos de los cuales están a la vista de feligreses y turistas.
Hace cuatro años fueron sustraídas de la histórica y bella capilla de La Ermita, situada en el centro de la capital caucana, obras ejecutadas por pintores quiteños, peruanos y españoles de la época de la Colonia. Los ladrones se llevaron una serie de imágenes de la Virgen María pintadas entre los años 1500 y 1898, las cuales nunca fueron recuperadas.
Fuente: El País
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