El templo está a seis kilómetros del pueblo y nadie vio el fuego que comenzó de noche.
La tragedia puso fin el pasado domingo a una jornada festiva en Lomba de Cabrera, una pequeña localidad perteneciente al municipio de Benuza. El fuego redujo a cenizas la ermita de Santa Elena después de la celebración de la tradicional romería que organiza la junta vecinal cada primer domingo de mayo. Todo sucedió en la más absoluta oscuridad, en plena noche, una vez que los romeros habían abandonado el recinto dirigiéndose de nuevo a sus casas. Según relató el alcalde de Benuza, Rafael Blanco, fue ya en la mañana del lunes cuando un grupo de vecinos que retornó a la ermita para recoger los desperdicios del día anterior y limpiar el entorno se encontraron de bruces con la nada.
De la ermita, que databa del año 1849, sólo quedaban las paredes de piedra. Todo lo demás, desde el tejado —restaurado hace aproximadamente seis años— hasta el mobiliario interior, incluido el retablo, quedó arrasado por el fuego. Se salvó, eso sí, la imagen de Santa Elena, porque la fortuna quiso que la misma estuviera cobijada en la iglesia de Lomba, a donde regresa cada año una vez que concluye la romería, explicó el regidor. Nadie vio el fuego porque la ermita está ubicada a unos seis kilómetros del pueblo —en dirección a Odollo—, en un valle franqueado por innumerables árboles que impidieron cualquier avistamiento de humo o llamas.
Pudieron ser los velones que los vecinos ponen a la Virgen el motivo de la tragedia, pese a que algunos testigos aseguren que a su marcha todas as velas habían quedado apagadas. «Puede que se les escapara alguna», consideró el alcalde, explicando que ayer mismo acudió a la zona en compañía de la policía judicial, que ha abierto una investigación para determinar si el incendio pudo ser intencionado. De momento, «no hay pistas ni ninguna prueba» en ese sentido, dijo Rafael Blanco. Aún así, los agentes han pedido al alcalde una imagen del retablo de la ermita.
Objetivo, reconstrucción Una vez asumida la desgracia, es hora de pasar a la acción y eso es lo que hará de inmediato el regidor de Benuza, que ayer adelantó que iniciará una ronda de contactos con todas las administraciones posibles a fin de conseguir el dinero necesario para volver a levantar este pequeño templo, centro de una tradicional romería muy arraigada en Lomba y con gran número de devotos.
«Bien sea la junta vecinal, el Obispado, el propio Ayuntamiento y todo el que buenamente pueda. Yo voy a intentar buscar apoyo en todos los organismos posibles», afirmó Rafael Blanco. El objetivo es que el próximo primero de mayo vuelva a haber romería.
Fuente: Diario de León
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