- PDI e Interpol revelan el robo de obras de arte en Chile
- Los investigadores explican que algunos de los robos de arte que ocurren en el país son por encargo, pues los ladrones saben que tienen un comprador que los está esperando.
El mercado de robo de obras de arte y esculturas es un rubro que ha estado silente en nuestro país. Sin embargo tanto la Policía de Investigaciones como la Interpol trabajan para desarticular las bandas que se dedican a él.
Una de la unidades especializadas en la pesquisa de este delito es la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural (Bidema), perteneciente a la PDI.
Los detectives especailizados establecen el valor patrimonial de las especies y si es que están contempladas en la Ley de Monumentos Nacionales.
"Las obras de arte pueden estar calificadas con una resolución del Consejo de Monumentos Nacionales, esto les da una protección mayor a estas piezas. En caso de no tenerlo, se considera como un robo o un hurto cualquiera", explica el jefe de la Bidema, Richard Oliva.
Uno de los peligros más relevantes que debe enfrentar la Policía de Investigaciones es que la pieza sustraída sea sacada del país.
"Monitoreamos los portales donde se comercializan diferentes productos, todo ese tipo de sitios web. Además, concurrimos a diferentes ferias para realizar inspecciones por parte de los oficiales que cuentan con archivos y datos en colaboración con Interpol", señala Oliva.
Con el apoyo brindado por la entidad internacional además se han logrado el reconocimiento de piezas extranjeras que han estado en el mercado negro en Chile.
TRES PERFILES DE LADRONES DE ARTE
El comisario Oliva identifica a tres tipos de ladrones que pueden entrar al mercado del arte robado.
El primero de ellos es el delincuente común y corriente. "Es el delincuente ocasional, el que se ve enfrentado a una pieza y que tiene alguna noción de que puede tener un alto precio en el mercado informal", describe Oliva.
Luego están las bandas que efectivamente se dedican al robo de especies de valor cultural. Según sostiene el policía, ellos son conocedores de arte y especialistas en el tema. Pueden distinguir rápidamente si es que existe un valor comercial cuando se encuentran frente a una pieza de este tipo.
"Finalmente también están los que trabajan por una suerte de encargo. Detrás de este tipo de delincuentes hay un mercado, ellos saben que tienen un comprador que los está esperando", cuenta el investigador.
LA INTERPOL SE ENCARGA DE CENTRALIZAR LA INFORMACIÓN
Cuando la Bidema realiza un hallazgo de alguna obra robada, de inmediato se comunican con Interpol Chile para revisar sus archivos y establecer su origen.
"Se comunican con nosotros y después de esto enviamos una solicitud al país al cual se piensa puede pertenecer esta obra y al mismo tiempo se envía a la Secretaría General de Interpol, donde está la base de datos que guarda toda la información sobre los robos de este tipo", detalla la subcomisaria Gilda Ahumada de Interpol Chile.
Lo principal al momento de producirse un hurto de este tipo, recomienda la subcomisaria, es contar con una foto de la obra afectada, además de los pormenores que la caracterizan.
"Es esencial que tenga una foto, las medidas y toda la información adicional que se pueda agregar, pues son los detalles que aparecerán en la base de datos internacional de Interpol", dice Ahumada.
Fuente: Terra
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