Lo que comenzó siendo un arreglillo espontáneo de una obra de arte en mal estado que decoraba uno de los muros del Santuario de la Misericordia, una pequeña iglesia sita en una hospedería del siglo XVI, propiedad del Hospital Sancti Spíritus, en la localidad de Borja (Zaragoza), ha terminado en un auténtico destrozo que ha provocado el estupor del Ayuntamiento y de sus vecinos.
La artífice del estropicio es, según Juan María de Ojeda, concejal de Cultura del consistorio, una vecina octogenaria que actuó de forma espontánea y “sin pedir permiso a nadie”, aunque “con buena intención”. Cuando se dio cuenta de que “se le había ido de las manos” avisó al responsable del patrimonio cultural del municipio para confesar los daños que había causado.
La autoría de la pintura de Ecce Homo se atribuye a Elías García Martínez, un artista del siglo XIX natural de Requena y profesor de la Escuela de Arte de Zaragoza, cuyos familiares todavía guardan relación con Borja. Dos de sus tres hijos son también artistas, Honorio y Julio García Condoy. El tercero se casó en Borja y se quedó a vivir allí.
El pueblo lamenta el destrozo de la pieza, que tenía cierto valor sentimental. A pesar de ser una obra sin gran importancia, y que tampoco forma parte de ningún conjunto pictórico ni retablo, el pueblo lamenta el destrozo de la pieza, que sí tenía cierto valor sentimental. “La familia solía venir aquí a pasar las vacaciones. Durante un verano el artista realizó el retrato y lo legó al pueblo”, explica el concejal.
El Ayuntamiento se puso en contacto con los familiares del pintor, que en las próximas semanas iban a hacer una donación del boceto de esta misma pintura, y que ahora están evaluando los daños. El próximo paso que dará el Consistorio será intentar averiguar los materiales que utilizó la “improvisada restauradora” artífice del embrollo para buscar una posible recuperación, y el lunes una restauradora profesional evaluará los daños.
Fuente: El País
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