José E. Silvaje entregó 20 de los objetos desaparecidos a los dos meses y dijo que los estaba restaurando.
La Policía Autonómica de Galicia ha abierto una investigación centrada en el excura gandiense José Emilio Silvaje tras la desaparición de unas 40 tallas y objetos litúrgicos con valor histórico que desaparecieron durante las pasadas Navidades de una decena de iglesias del norte de Lugo que el valenciano tenía a su cargo.
La desaparición de los objetos religiosos, que aún no han sido valorados económicamente, fue descubierta por los vecinos de la iglesia lucense de Sante el 5 de enero y pronto el entonces párroco Silvaje se convirtió en el centro de las acusaciones. Dos meses después, el gandiense entregó al Obispado de Mondoñedo 20 de las tallas, y alegó que las había cogido para restaurarlas. Antes de eso, en enero ya había renunciado al sacerdocio aduciendo una enfermedad que, según él padece desde hace varios años, y desde ese momento se ha refugiado en casa de sus padres, en Gandia.
De momento, no existe ninguna denuncia formal contra él. El Obispado de Mondoñedo continúa haciendo recuento y ha garantizado a los feligreses que, en cuanto conozca el número exacto de objetos desaparecidos, denunciará formalmente.
Sin embargo, la policía no ha querido esperar. El pasado día 13, la revista Interviú publicaba una amplio reportaje sobre el excura, retratado en lo que él afirma ser su casa de 600 metros cuadrados en un edificio señorial del centro de Valencia, rodeado de antigüedades, y bajo un titular que invita a la polémica: «El cura aristócrata y el misterio de las imágenes perdidas».
La policía autonómica gallega entendió que había caso tras ver el reportaje, y abrió una investigación de oficio. Mientras, el obispado lucense dice que sigue consultando un inventario levantado en 2007, antes de la llegada de Silvaje, y que, con ese listado en la mano, aún no está claro qué o cuánto falta.
En Interviú, llega a afirmar, señalando la decoración que lo rodea: Mira esta vivienda. ¿Qué necesidad tendría yo de llevarme nada? Y eso que no has visto las obras de arte que tenemos en la casa familiar de Gandia». En breve, la policía podría llamarlo a declarar.
Un sacerdocio envuelto en la polémica
El breve sacerdocio de José Emilio Silvaje no ha dejado de estar envuelto en la polémica. Un nutrido grupo de feligreses continúa defendiendo a capa y espada su gestión y sus innovaciones, pero muchos otros exigen justicia al obispado y el reintegro de todo el patrimonio desaparecido.
En la lista había cálices, alguna custodia, una crismera, misales antiguos, muebles, tallas,... Algunos vecinos han pedido al obispo que investigue las cuentas bancarias que gestionó Silvaje en A Mariña.
El gandiense, que según algunas fuentes ya tuvo problemas en el seminario de Moncada, fue ordenado sacerdote por el valenciano Gea Escolano, entonces obispo de Mondoñedo-Ferrol. Ahora, afirma estar volcado en una fundación creada por él y bautizada como Benignitas, con la que pretende ayudar social y culturalmente a los colectivos más necesitados de cualquier parte del mundo.
Fuente: El Mercantil Valenciano.
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