Suspendida una muestra callejera tras el robo de esculturas de cerdos

Las piezas estaban ancladas al suelo con gruesas cadenas.

Dos cerdos de la exposición de Lalín Pork Art desaparecieron en la madrugada de ayer. Las polícromas esculturas fueron colocadas el miércoles en puntos estratégicos de la ciudad para promoción de la Feira do Cocido que se celebrará en la capital del Deza. La triste sorpresa para los responsables locales ha sido comprobar que una pieza ubicada en la plaza Roxa y otra en el casco viejo se esfumaron sin dejar rastro.

Nada más enterarse de la noticia, el gobierno local denunció la sustracción en la comisaría de policía. Pero a la vez, el alcalde Gerardo Conde Roa tomó la decisión de suspender la muestra de inmediato y retirar los cerdos de las calles ante la imposibilidad de garantizar su seguridad y permanencia. Entretanto, Raxoi habló con las autoridades policiales para establecer la oportuna vigilancia en las zonas. Son siete las piezas llegadas desde Lalín que han estado colocadas en el entorno de la Alameda, Fonseca, Oficina de Turismo y plaza Roxa.

Pero las consecuencias del presunto robo son aún más serias. El Ayuntamiento tenía programada y contratada una exposición de esculturas de destacados artistas gallegos en el Ensanche, en la que iban a participar una decena de escultores, que aportarían diferentes obras para su exposición en distintas calles y plazas de la zona nueva configurando un museo urbano.

Raxoi ya había alcanzado un acuerdo con los artistas y la muestra se iba a celebrar dentro de dos meses. Ayer mismo el alcalde dio órdenes para cancelar indefinidamente la iniciativa, pese a que el Concello había invertido bastante tiempo en este proyecto. «Iba a ser una maravilla», dice desolado Conde Roa, quien arguye que no podría garantizar la salvaguarda de las obras al aire libre. Lo que acaba de ocurrir con Lalín Pork Art ha sido determinante en su decisión.

Aparte del placer de contemplar arte de reconocidos autores en plena calle, la muestra iba a ser una medida dinamizadora del Ensanche, cuyos ciudadanos y comerciantes son los directos perjudicados por su supresión.

«Estamos cansados de los vándalos que hacen daño a esta ciudad», se lamentaba ayer el alcalde, dolido por el hecho de que no puedan programarse iniciativas como las reflejadas sin que surja el temor a la acción de personas inciviles. «Pido la colaboración de los ciudadanos para que, cuando vean un comportamiento de este tipo, llamen de inmediato a la policía».

 

Con el comisario

No hay ninguna pista en relación a las esculturas de Pork Art desaparecidas, y el gobierno local manifiesta su esperanza de que sean localizadas. Una de ellas, la situada en la plaza Roxa, era precisamente la de mayor valor de todas las expuestas. El hecho ha obligado al regidor compostelano a pasar por el mal trago de tener que llamar a su homólogo lalinense para comunicarle la desaparición de los dos cerdos. Lo que no desea, al menos, es volver a beber ese cáliz en futuras exposiciones.

En ese sentido, Conde Roa ha decidido mantener una charla con el comisario para que, además de intentar averiguar el destino de las piezas sustraídas, haga lo posible por eliminar el vandalismo de la ciudad.

 

Fuente: La Voz de Santiago.