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lunes, 23 de enero de 2012

Las coronas sustraídas se integra en el ‘archivo Dulcinea’ de la Policía


La Brigada Especial sobre Patrimonio Histórico incluye todas las piezas robadas para evitar que puedan ser expuestas o vendidas a anticuarios o coleccionistas de obras de arte.

Rastros dejados por los ladrones que sirven de prueba a los investigadores
Las investigaciones que está realizando la Policía para dar con el paradero de las coronas arrebatadas a la imagen de la Fuencisla, y localizar a los presuntos autores, continúan su curso.
Una de las líneas que se llevarán pasa por la inclusión de las imágenes y descripción de piezas sustraídas en el ‘archivo Dulcinea’ un registro de la Policía Nacional, y del que se encarga un equipo específico denominado Brigada de Patrimonio Histórico.
La carga sentimental que para los segovianos suponen las piezas robadas, así como el valor histórico de las coronas, que datan de comienzos del siglo XVII, ha llevado a los investigadores a trabajar en esta línea, según han señalado fuentes policiales.

Gracias a la labor de inventariado realizada por el Obispado de Segovia hace años, antes incluso de la muestra Las Edades del Hombre de 2003, resulta más sencillo el ingreso de los datos de las coronas en el ‘archivo Dulcinea’, integrado por unas 8.000 obras de arte sustraídas en los últimos años. Una gran mayoría pertenecen al patrimonio religioso.

Tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil, que tiene en cada provincia una brigada especializada, comparten la base de datos, un archivo informático pionero.

Autores

Al margen de la intención de recuperar los objetos robados, se mantiene abierta la línea de trabajo para identificar al autor o autores del robo sacrílego.
Tanto en el Obispado como en la Comisaría de Policía piensan que la profanación fue obra de más de una persona. Los agentes de la Policía Judicial tomaron pruebas el pasado viernes, nada más denunciarse el robo, en la zona del Santuario, tanto dentro como en el exterior. Buscaron pistas que permitan localizar a los autores. Tanto las huellas de las pisadas como las dactilares o posibles restos de ADN están siendo analizadas estos días.
Las mismas fuentes no quisieron dar muchos detalles del trabajo que están realizando con el fin de no interferir en la investigación. En todo caso apelaron a la importancia que tiene la colaboración ciudadana para avanzar en el trabajo policial. A veces se evita la detención inmediata con el propósito de que no destruyan la pieza robada y con ella las pruebas del delito cometido.
Cuando se registra la denuncia de un robo de una obra de arte, se inicia este doble proceso de intento de recuperación de las piezas y de búsqueda de los autores. A veces es al final, cuando ambas líneas se cruzan, y se localizan las piezas ya vendidas, cuando se abre el proceso inverso. Ocurre con frecuencia que los autores materiales del robo no son los destinatarios finales del objeto sustraído.
Por eso la Brigada de Investigación contra Delitos del Patrimonio de la Guardia Civil, y la de la Policía Nacional, centran también sus pesquisas en anticuarios o fetichistas. "Tanto unos como otros pueden haber pasado días antes del robo por aquí, y es cuando han reparado en la posibilidad de conseguir esas coronas, bien para venderlas, bien para guardarlas", explican.

La labor de estos grupos especializados ha tenido a veces resultados positivos y han permitido esclarecer algunos de los cientos de robos que se siguen produciendo, lamentablemente.


Fuente: El adelantado.

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