Agujero por el que entraron los ladrones del tesoro de Bengasi |
Así fue el robo del tesoro de Bengasi: No ocurrió en mayo, como se había informado previamente, sino en febrero, al principio de la revolución libia. Y no aconeció durante un traslado sin autorización, sino por el tradicional método utilizado por los ladrones de cámaras acorazadas en bancos y joyerías: un butrón. Un robo espectacular y alevoso, milimétricamente preparado, cuyo botín fue la más importante colección de monedas de oro y plata, joyas y objetos artísticos (hasta 8.000), de la Cirene, una de las ciudades más ricas de la antigüedad.
El equipo de Blue Shield, los «cascos azules» del patrimonio, acaba de regresar de Bengasi, después de un primer viaje a Trípoli, en septiembre, para comprobar el estado de los bienes culturales de esta zona oriental del país. Y refleja en su informe, al que ha tenido acceso ABC y que hoy será hecho público, la tragedia vivida por la guerra.
Arriesgar la vida
Lo primero que hay que destacar es el comportamiento heroico, en ocasiones poniendo en riesgo la propia vida, que han tenido los miembros del Consejo de Antigüedades de Libia. Nada más estallar la rebelión en el vecino Egipto se pusieron a diseñar planes de prevención. Sin embargo, cuando la revolución alcanzó Libia, quedaba mucho por hacer. Se cerraron museos, soldando sus puertas para evitar saqueos, se retiraron a lugares seguros las piezas más importantes, se reforzó la vigilancia armada, pero no fue bastantante.
Los símbolos culturales se han convertido en objetivo de guerra
Junto a la plaza de Tahrir (liberación) de esta ciudad oriental donde la revolución libia empezó, estaba el edificio de los servicios de inteligencia de Gadafi. Fue uno de los primeros en arder a mediados de febrero, lo mismo que el contiguo Banco de Comercio, en cuya cámara acorazada con 70 cm de hormigón reforzado con acero estaban los contenedores del tesoro. Ambos edificios ardieron rápidamente. Tal vez el incendio era parte del plan de robo.
El responsable patrimonial de Bengasi tardó dos meses en llegar a la ciudad
Cuando llegó y supo del incendio temió lo peor. El primer informe remitido por el banco llegó un fatídico 25 de mayo. Desde entonces, Bin Nasser y su equipo, como el resto de los equipos locales, se han esforzado por identificar, recuperar y volver a poner a buen recaudo las piezas robadas o perdidas de cientos de lugares.
Ocho monedas recuperadas
Pero del tesoro de Bengasi, la fortuna ha querido que la policía recuperase ya ocho monedas de oro, que fueron ofrecidas en venta ilegal a un periodista libio. Hay esperanza de que el tesoro no haya salido completamente del país. Como se recuerda, no existe un inventario fotográfico, algo que dificulta el trabajo de identificación. Pero no han sido los únicos daños registrados en el informe de Blue Shield.
Inventario de daños
En Umm al Shuga, destrozaron con maquinaria pesada de unas obras cercanas un yacimiento romano y diversas bandas dañado yacimentos en la zona oriental, desde Cirene a Al Kufrah, al sur en el desierto, donde fueron saqueadas las tumbas con momias de la necrópolis. Pero los sitios más importantes se han salvado, gracias a heroicos vigilantes que, a veces sin armas, decidieron enfrentarse a los saqueadores y vigilar los almacenes. Se separaron de sus familias y han trabajado sin paga durante los meses de conflicto. El caso más dramático es el de un inspector del yacimiento de Cirene, que se enfrentó a pecho descubierto con los saqueadores y fue estrangulado, aunque sobrevivió. Lo dejaron inconsciente y se llevaron su botín.
Gran mosaico destrozado
También en Cirene ha sufrido graves daños el gran mosaico del palacio de Jasón Máximo que representa las cuatro estaciones. En concreto, los saqueadores se llevaron los emblemas de dos de las estaciones.
Vándalos armados han ocupado el palacio del Rey Idris
En Tokra, uno de los sitios más importantes de la Pentápolis griega, el Consejo de Antigüedades defendió firmemente los lugares y escondió las piezas, salvando totalmente yacimientos y restos de toda la zona. Sin embargo, en varias ciudades, como la ptolemaica Tolmetha, Blue Shield ha comprobado sobre el terreno que aún hay bandas armadas que se han hecho fuertes en palacios y edificios con colecciones o interés patrimonial. No se ha podido levantar acta del estado de esas colecciones y lugares.
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