| Dos menores fueron detenidos por el destrozo del vía crucis de Santa Leocadia, en Castro de Rei |
Desde el mes de enero de este año, la Benemérita ha actuado por este tipo de delitos en cinco ocasiones, frente a las dos que se registraron en la provincia de Ourense, una en Pontevedra y ninguna en A Coruña.
En el caso de la provincia de Lugo, todos los delitos contra el patrimonio registrados en lo que va de año se cometieron en alguno de los municipios de la comarca de Terra Chá.
El primero de los delitos, según el informe de la Guardia Civil, fue en el mes de marzo, por el robo de dos campanas de bronce en la parroquia de As Goas, en el municipio de Abadín.
Tres meses después, en junio, hubo dos robos en el municipio de Castro de Rei. Fueron, concretamente, en la casa rectoral de Triabá, de donde se llevaron dos crucifijos de madera, seis candelabros de metal y 20 monedas de 100 pesetas, así como los destrozos producidos en el vía crucis de Santa Leocadia y por el que fueron detenidos dos menores de edad.
Ya este mes se detectaron dos delitos contra el patrimonio. En el municipio de Begonte, se denunciaron destrozos en el cruceiro de Denune y, en el de Abadín, el robo de la parte superior del cruceiro del lugar de A Torre.
Banda organizada
La Guardia Civil sospecha que, en el caso de la provincia de Lugo, puede estar actuando una banda de extranjeros, que se apoderan de todo tipo de objetos que se hallen en el interior de los templos, tanto de carácter religiosos como de cualquier otro tipo.
La Benemérita mantiene que los autores de los robos suelen liberarse de la mercancia a través de mercadillos o chatarrerías.
El objetivo de la Fiscalía es adoptar una serie de medidas para reducir a lo mínimo posible este tipo de actuaciones contra el patrimonio histórico-artístico.
Las Causas:
La despoblación del medio rural favorece la actuación de los ladrones
La Guardia Civil considera que, en el caso de Lugo, la despoblación que sufre el medio rural de la provincia es un factor muy importante, ya que la ausencia de vecinos en las inmediaciones de los templos facilita la actuación de los ladrones, sobre todo, cuando se trata de bandas organizadas, generalmente formadas por extranjeros, aunque también las hay conformadas por delincuentes de nacionalidad española.
En ruinas
La Benemérita también advierte de que, en muchos casos, los robos se producen en monumentos (generalmente iglesias) que se encuentran semiabandonadas y, en algunas ocasiones, prácticamente en ruinas.
Esto perjudica considerablemente las medidas de seguridad que se puedan adoptar para evitar los robos en los templos.
Ausencia de alarmas
La Guardia Civil subraya que en la mayoría de los casos las iglesias en las que se producen los robos carecen de cualquier medida de seguridad, empezando por una simple alarma.
Como máximo, en los lugares de los robos había puertas cerradas, pero en algunos casos con la madera en fase de putrefacción.
Fuente: El Progreso
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