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miércoles, 18 de diciembre de 2013

Los arqueólogos denuncian un fuerte aumento de saqueos en los yacimientos en la Comunidad Valenciana


Nunca el pasado había estado tan amenazado. Expertos en arqueología de Valencia alertaron ayer de un fuerte aumento de los saqueos en los yacimientos de la Comunitat que relacionan con tres motivos: abandono de excavaciones que se iniciaron con el 'boom' urbanístico, la casi nula contratación de arqueólogos municipales que controlen el patrimonio enterrado de nuestros pueblos y una minúscula inversión en vallas y vigilancia para esas zonas de valor histórico.
Hace menos de un mes, la Guardia Civil se incautó de centenares de piezas de gran valor expoliadas en yacimientos de Chiva, Gestalgar, Bugarra o Pedralba. Pocos días después los agentes arrestaron a un hombre que empleaba un detector de metales para saquear la historia en la zona de La Ribera.
Los especialistas consultados consideran que esto es sólo la punta del iceberg y el expolio arqueológico que está sufriendo la Comunitat es «más de lo que se ve», atestiguado por la proliferación de agujeros realizados por 'cazatesoros' y no por profesionales.
Conocer con detalle el número de piezas que están siendo arrebatadas de la tierra es tarea imposible. Pero una cosa parece cierta: «Los expoliadores pueden actuar hoy con más impunidad que nunca, porque las prioridades presupuestarias de la Administración no están precisamente en los yacimientos». Quien lo asegura es LLorenç Alapont, responsable de la Sección de Arqueología del Colegio de Licenciados de Valencia.
Alapont aporta algunas cifras clave para explicar el problema. En la Comunitat existen actualmente unos 2.000 yacimientos catalogados. Sólo en la mitad se han producido excavaciones y la mayoría de ellas, casi un 90%, son excavaciones de urgencia (las obligadas por ley antes de la construcción de edificios o carreteras). En opinión de Llorenç, los trabajos realizados por los arqueólogos valencianos en los yacimientos valencianos «sólo han sacado a la luz un diez por ciento de los tesoros históricos que encierran». El resto de la botella está a merced de los expoliadores.
«La Ley de Patrimonio de la Generalitat obliga a los ayuntamientos a catalogar y proteger estos espacios, pero no se cumple», denuncia Alapont. La realidad se impone: ni la Guardia Civil ni la Policía Autonómica tienen medios suficientes para controlar todos los espacios de interés arqueológico, y más cuando la prioridad es combatir los robos en el campo. La contratación de arqueólogos municipales, que con su presencia podría disuadir a los saqueadores, ha caído en picado.
José Luis Jiménez es catedrático y miembro del departamento de Arqueología y Prehistoria de la Universitat de València. «El expoliador hoy tiene manga ancha para vaciar en poco tiempo una tumba o un poblado íbero y hasta se han dado casos en los que acuden con brigadas de tres o cuatro personas para agilizar el saqueo», ejemplifica. «Atacan tanto zonas excavadas como otras que aún no lo están. Sería deseable mas protección, vallas, vigilancia y concienciación social para no atesorar, vender ni comprar piezas que sólo deberían estar en los museos», demanda.
Lo mismo considera el arqueólogo valenciano Toni Sáez. En su opinión la crisis también está incidiendo en el incremento de la actividad de estos ladrones de historia. «Hay gente que saquea yacimientos para fabricarse un museo casero, pero la mayoría busca lograr un dinero extra con la comercialización de las piezas y en eso internet juega a su favor». Sáez asegura haber descubierto «monedas y otros objetos de origen arqueológico expuestos impunemente» en la más conocida página de ventas entre particulares de la red. «Y hay algunos que hasta indican la procedencia».
La venta en mercadillos de piezas expoliadas está en retroceso debido el control que ejercen las policías locales. Alapont considera que la mayor parte de las piezas «se venden a compradores extranjeros adinerados interesados en las antigüedades, bien por encargo o bien a través de foros ilegales».
Para Jiménez, el valor de los yacimientos de la Comunitat es «inmenso». «Por su situación en el Mediterráneo hemos sido cuna de culturas prehistóricas, fenicios, griegos, cartagineses, romanos, íberos...». Si nadie lo remedia y la región sigue sin una apuesta seria por la arqueología, ese tesoro colectivo se perderá para siempre.


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