Las salvajadas tienen un coste y ejemplo de esta afirmación es el desembolso de 7.000 euros que supondrá hacer frente a las reparaciones de la estatua y la fuente de la plaza San Luis Bertrán, destrozadas casi por completo el pasado martes.
La concejala del Ciclo Integral del Agua, María Àngels Ramón-Llin, comentó ayer que las piezas encontradas, una mano de la figura del santo y la mayor parte del vaso superior de la fuente, han sido trasladadas a un almacén municipal en el polígono Vara de Quart, a la espera de que se proceda a la restauración del conjunto, datado a mediados de los años 60.
Ramón-Llin dijo que los técnicos municipales ya redactan el proyecto de recuperación, aunque no se hará nada sin el permiso previo de la Conselleria de Cultura. Esto se debe a la ubicación de la fuente, enfrente del Almudín y en pleno centro histórico de Valencia.
«Cuando tengamos todas las autorizaciones a la reforma, entonces empezaremos las obras, no antes». A pesar de su aspecto ornamental, en el catálogo municipal figura como fuente bebedero, por lo que su mantenimiento depende del Ciclo Integral del Agua.
Ramón-Llin destacó el elevado coste de las reparaciones. «Es algo que deben saber los vecinos, la cantidad de dinero que se gasta el Ayuntamiento por estos actos de vandalismo». Por fortuna, el presupuesto de la restauración ha sido más económico de lo previsto gracias a que existe un molde del vaso de la fuente en uno de los almacenes del Consistorio.
La delegada subrayó la fuerza necesaria para romper la estatua y la fuente. «Tuvieron que hacer una fuerza tremenda, es una salvajada». Los técnicos barajan la hipótesis de que los autores de la gamberrada se subieran encima para empujar la estatua del santo, reparada en 1983 después de otro incidente.
El museo del Almudín cuenta con cámaras de vigilancia, aunque el visionado de las grabaciones no ha aportado ninguna prueba concluyente, indicaron fuentes cercanas al gobierno municipal. En los últimos años se han producido varios actos de vandalismo en lugares como los jardines del Parterre, el bulevar de Blasco Ibáñez y el jardín de la Glorieta, entre otros.
Ante esta situación, entidades como el Consejo Valenciano de Cultura han pedido la colocación de cámaras de vigilancia o réplicas de las esculturas más valiosas. El Ayuntamiento tiene en proyecto la colocación de videovigilancia en varios tramos del cauce, aunque esta iniciativa del Plan Confianza está paralizada desde hace más de un año a pesar de contar con permiso de la comisión de videovigilancia.
Fuente: Las Provincias.es
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